Tan importante como un buen desayuno, resulta ser el haber dormido y descansando bien durante la noche. Pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo.

Un descanso bueno ayuda a reponer la energía perdida durante el día y prepara el cuerpo para lidiar con una nueva jornada. Dormir un promedio de siete a ocho horas diarias facilita esta recuperación.

Si duermes bien vivirás más. Así de sencillo. Verás, existen varios estudios que apuntan a una relación directa entre la cantidad y la calidad de horas de sueño de un individuo, con su esperanza de vida. Cuanto mejor descansa y duerme unapersona, mayores probabilidades tiene de disfrutar una vida longeva.

El sueño es un estado fisiológico en el que nos sumimos  para reponer la energía consumida durante una jornada de actividad. Mientras dormimos producimos una mayor cantidad de hormonas del crecimiento, que son las que permiten la fabricación de proteínas esenciales para la regeneración celular.

No cumplir con un promedio de sueño entre siete y ocho horas diarias, nos expone a sufrir trastornos y molestias.

Algunos de los síntomas de un descanso inadecuado van desde una  tendencia a sentir frío sin importar la temperatura del clima, o darse cuenta de que disminuye la capacidad de memoria, hasta pasar por ciclos de somnolencia durante el día y sufrir estados continuos de alerta.

Las edades del sueño

¿Te gusta cumplir años? Espero que sí. Pues bien, a medida que vamos cumpliendo años, tenemos unas necesidades diferentes de descanso. Pasamos de dormir aproximadamente 23 horas durante los primeros días de vida, a tener suficiente con solamente cinco o seis horas cuando llega la edad adulta.

Es cierto que cada persona es diferente, y no todas las personas parecen necesitar dormir durante periodos idénticos de tiempo. Sin embargo, en general, los bebés necesitan dormir 17 horas diarias; los niños; alrededor de 10 horas; los adultos 8, y las personas mayores, entre 5 y 6 horas.

Fíjate bien, porque los ciclos de sueño adecuados son sumamente importantes para ti y tus seres queridos.

Algunos consejos para que duermas bien

Además de todo esto, existe una serie de pautas que te conviene seguir a diario para conciliar el sueño y tener un descanso reparador:

Lo mejor es que te acuestes cada día dentro de la misma franja horaria. Es decir, no te duermas muy temprano un dia y luedo te desveles.

La temperatura de tu habitación debe estar entre los 27° y 28° C. Así que, sobre todo en invierno, asegúrate de cubrirte muy bien.

Tu sueño favorecerá si a tu alrededor creas un entorno agradable: que tu habitación esté ventilada, quédate bien a oscuras cuando vayas a dormir y procura que haya silencio prolongado.

 

Toma una cena ligera. No comas en la noche tan fuerte como si fuera la hora de la comida de la tarde; de lo contrario, tu sueño se verá perjudicado.