Quiero que conozcas a un personaje que fue parte de la Selección de futbol de Argentina.

 

 Su vida dio un giro, por lo cual tuvo que tomar una decisión muy importante. ¿Sabes a quién me refiero? A Carlos Ángel Roa, portero argentino nacido en Santa Fe, el 15 de agosto de 1969, que jugó en clubes como Racing de Avellaneda, Lanús, Real Mallorca y Albacete-

En la primera temporada que jugó lo hizo con el equipo español Real Club Deportivo Mallorca que disputó la final de la Copa del Rey ante un equipo ibérico más seguido en los últimos años, el FC Barcelona con quienes perdieron en tanda de tiros penales. Pero Roa le podrá contar a sus nietos e hijos que le detuvo tiros a Rivaldo, Celades y Figo, personajes conocidos dentro del deporte antes citado. Roa era conocido como “lechuga Roa”, debido a su alimentación ya que era vegetariano, así que la carne estuvo alejada de su vida.

En la campaña 98-99 Roa ganó el Trofeo Zamora al ser guardameta menos goleado, además ayudó a que su equipo finalizara en la tercera posición de la tabla general, algo histórico que ni ellos creían.

Su fama comenzó a crecer y la escuadra  inglesa Manchester United le ofreció un contrato para incorporarlo a sus filas. Oferta que muchos hubieran aceptado, porque conllevaría a tener fama y dinero. Pero no la aceptó.

Reacción Inesperada

Roa convocó a una conferencia de prensa, en la cual sorprendentemente anunció que se retiraba del futbol, ya que había tomado la decisión de integrarse a las filas del equipo de Cristo para formar parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Esto ocurrió en 1999. En ese año colaboró en las actividades de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, pero a los nueve meses regresó al mundo de futbol profesional (abril del 2000).

Esa fue una decisión complicada, porque no podemos jugar de esa manera. Roa lo comprobó, primero porque el Mallorca lo obligó a cumplir los dos años de contrato que faltaban, pero cuando volvió fue relegado al banquillo de suplentes.

En 2004 le diagnosticaron cáncer testicular. Después de la operación pasó un año de rehabilitación recibiendo quimioterapias. Tras ello su carrera no fue la misma, ya que anduvo en equipos desconocidos y sin renombre por lo que decidió alejarse de las canchas completamente.

Actualmente forma parte del cuerpo técnico del River Plate, uno de los mejores equipos argentinos. Ahora tiene en mente un solo pensamiento y le pide a Dios poder cumplirlo: “Estar al lado de su esposa y de sus hijas”. Desea ver a sus hijas casadas y envejecer  a lado de su esposa Silvia. Sigue profesando la religión adventista. Roa reconoce que Dios y su familia son los motores de su vida, ya que puedo ver la mano de Dios cuando estuvo enfermo.